Nob Hill

Aquellos pequeños tranvías que trepaban a medio camino de las estrellas, en la inolvidable canción “Dejé mi corazón en San Francisco’’ (I Left My Heart in San Francisco) de Tony Bennett, siguen trepándose hacia Nob Hill. A cientos de metros por encima de la ciudad, la tecnología anacrónica del siglo 19, transporta a visitantes del siglo 21 a uno de los clásicos barrios de San Francisco. Escucha su historia y conoce la maquinaria que hace funcionar el sistema en el Museo del Tranvía de San Francisco entre las calles Washington y Mason.

Nob Hill fue el lugar en el que los capitanes de la industria construyeron sus mansiones a fines del 1800. Todo eso terminó cuando sobrevino el gran terremoto de 1906 y el sucesivo incendio que destruyó la ciudad. Hoy en día, es un hermoso barrio de hoteles famosos, animados restaurantes, bares y obras emblemáticas de arquitectura. 

La Catedral Grace, de estilo gótico francés, está situada en la zona oeste del Huntington Park, un parque que es un verdadero refugio para padres y niños, paseadores de perros y amantes de la naturaleza; mientras que el Hotel Fairmont se encuentra en la zona este. Al sur del parque está el Hotel InterContinental Mark Hopkins, cuyo restaurante Top of the Mark y su pista de baile han sido durante mucho tiempo los favoritos de San Francisco. También al sur está el Hotel Scarlet Huntington con su estructura de ladrillo a vista y su clásico antro The Big Four, que ofrece, en vivo, jazz tocado en un piano y también una acogedora chimenea.

La magnificencia de los altos techos del vestíbulo de Hotel Fairmont de 1907 son algo espléndido. En la planta baja, la pretenciosa sala Tonga, decorada de forma exótica es uno de los primeros "tiki bar" de los Estados Unidos, y es el lugar ideal para tomar un trago tropical con una sombrillita de papel en la copa. Otros hoteles notables de Nob Hill incluyen el The Ritz-Carlton, San Francisco y Stanford Court. 

Al norte de Nob Hill se encuentra Russian Hill (de fácil acceso mediante el tranvía de Hyde-Powell), donde encontrarás iconos como la Lombard Street, también conocida como “la calle más retorcida del mundo,” junto con grupos de restaurantes y boutiques situadas  en encantadoras calles arboladas. Los seguidores de Armistead Maupin deberían acercarse a la calle Macondray Lane, que fue transformada en la calle Barbary Lane para Las Crónicas de San Francisco (Tales of the City).

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